martes, 16 de septiembre de 2008

ADENTRO NO HAY TRISTEZA...




Cuántas veces, bajo el efecto de la sorpresa, se pierde la verdadera sorpresa que ésta encierra? Es lo que quizás me sucedió aquella tarde de noviembre en lo que sería el jardín del Edén cuando escuché al niño llamándome: - “vení, no estés sólo, adentro no hay tristeza…”

Alguien había puesto esas palabras que parecían insignificantes en la boca de aquel enanito de apenas cuatro años?

Cómo decir que una sensación se extiende y se desarrolla sobre el corazón como si fuera la cosa más natural del mundo, y que a la vez, su textura, consistencia, luz, sombra, calor, no impiden que una suerte de certidumbre fresca domine el conjunto?

Inútil es explicar el asombro cuando se trata de una acción tan natural y espontánea surgida desde la integridad y la inocencia. Una visión mental tan genuina y aterciopelada, que parece sostener el desafío de querer entrar y definitivamente recuperar la alegría perdida.

No se puede hacer otra cosa que quedarse allí, entregarse a la sed de sus colores, de las emociones semejantes que pueden hacer todavía nacer una flor y sintiéndonos un poco tontos al no tener otra posibilidad de reacción que decir ciertamente, adentro no hay tristeza…

Pero quién nos dice que de esas palabras, que fueron una sorpresa en sí mismas, existen únicamente para acercar al interlocutor, por la sorpresa misma, de una clave oculta en aquel interior, una belleza aún más grande protegida por un peldaño inferior del mismo fenómeno? Esta última mirada y comprensión excitó todavía más mi sed en vez de saciarla; entonces acepté ese género de belleza tal como se presentó, como si nada pudiera sobrepasarla.

Ese amor perfecto ocultaba otro más maravilloso, el de su hijo, el de mi propio hijo. Y no soy perfecto, pero me hubiera sido imposible ir corriendo allí adentro sin destruir lo que se me había ofrecido como un placer gratuito e inesperado.





ADENTRO NO HAY TRISTEZA / Portfolio by Sergio Lovrich




And then there where three... el sosiego, la alegría y mis ojos...




Constant concept... La Belleza




Tu absolutismo interior




Aquel momento...




Más allá del registro...




Contacto y Atmósfera



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